El conejo al ajillo es una de esas recetas de la abuela muy sencilla de preparar y para la que necesitamos muy pocos ingredientes, pero con un resultado maravilloso donde el conejo queda muy tierno y sabroso.
La carne de conejo es una carne blanca con muy poca grasa y es una opción estupenda para guisar como vamos a hacer en esta receta. En esta ocasión, utilicé un conejo entero que me trocearon en la carnicería y para aromatizar el guiso, añadí una ramita de romero pero también se podría utilizar tomillo, un poco en función de los gustos de cada casa.
La cuestión más importante para hacer este guiso es tener cuidado de que no se nos queme el ajo, ya que le aportaría un sabor desagradable al plato. El resto es una elaboración muy sencilla, una receta de toda la vida que no tiene ninguna dificultad.
Bon viveur
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