martes, 3 de septiembre de 2024

La tarta 'Llanderas (símbolo de Vigo)

Un postre por completo local, todavía se hace y goza de éxito aunque cada vez resulta más difícil de encontrar 

La mayor ciudad gallega tiene su Olivo; la Ría, las Cíes y el Celta. También algunos “palabros” originales (croques, patatillas, fanequeras o multamóvil, entre otros muchos términos solo comprensibles entre vigueses) y además una tarta made in Vigo cuyo nombre puede confundir. Se llama “Llanderas” y todavía hoy se prepara y sirve en algunas panaderías/pastelerías locales. Cada vez en menos, pese a que goza de cierto éxito y auténticos fans, al menos en cierto tramo de edad. En la panadería De Miguel explican que llevan algo más de un año haciéndola y con buena respuesta “pero siempre entre los nostálgicos, los mayores de 50 años, a los menores parece que les interesa menos, aunque está muy buena, con sus almendras y chocolate”. 

Una opinión similar tiene Álvaro Barreiro, de la panadería Ramos, ahora en Teis, adonde se trasladaron hace algo más de un año desde Pi y Margall, y donde están “contentos con el sitio y la gente.  El barrio ha mejorado mucho”. Barreiro tiene el secreto de la tarta, no el de su elaboración, sino de sus orígenes y divulgación local. “Lo que recuerdo viene de mi padre y lo que decía de la pastelería Arrondo, donde nació”, cuenta. “Ignacio Arrondo tenía la pastelería, Manuel se quedó con Marbella en Colón. Ignacio no era pastelero pero sí un gran pintor, hacía figuras de chocolate en grande, figuras de actualidad", añade Barreiro. Al parecer la idea llegó de Argentina, aunque el dulce era de origen ruso. Alguien le dio la receta al padre de Ignacio. “Se llamaba Gran Imperial o algo así, pero en los años 50 lo ruso no gustaba, así que cambiaron el nombre, y además le hicieron una variante, los rollos de chocolate negro, que le dan su toque característico”. Explica que la tarta viguesa consiste en una especie de galleta, y lleva almendra, clara de huevo, merengue y se mezcla, “va a horno de 150 grados como mucho, de dos a cuatro horas, luego hay que incluir mantequilla especial para pasteleros, de gran calidad, y es lo que lleva por el medio, y almendra alrededor”. 

Por qué el nombre. “Porque la tarta original tenía nombre ruso, así que había que buscar otro. Arrondo tenía un amigo que se apellidaba Llanderas, y se lo puso, y hasta hoy”. ¿Por qué se divulgó para convertirse en viguesa? “Porque la hacían en todos los obradores de Vigo. No era como ahora, antes se formaban en las pastelerías”. Añade que cuando comenzó, en los obradores había 14 personas, y se hacía todo a mano, “porque necesitábamos mucha más gente,  empezaban de aprendices y todos acababan montando sus propias pastelerías, hubo una generación muy buena de pasteleros. La gente que trabajaba a Arrondo se iba a otra pastelería y se llevaba la receta”.  Pese a ello, el paso del tiempo juega en contra de este postre vigués. “Casi no la hace nadie, pero que no se pierda. El día que me jubile ya tengo quién la va a hacer, no quiero que se olvide, me ofrezco a la asociación de panaderos para que se haga”. Para Álvaro Barreiro se trata de una tarta “sencilla, pero costosa, depende de la mano del pastelero”, que “gusta y se vende muchísimo”. “La hago todos los días, desde que estoy en Teis más. A 22 euros el kilo, es un precio asequible, a ver si no suben mucho los costes”, sentencia.




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