Las gachas dulces o gachas dulces con tropezones es un postre tradicional del día de Todos los Santos en numerosas localidades de Andalucía, en particular de Jaén y Córdoba, y también de Castilla, preferentemente en la zona de la Mancha, donde se conocen también como "puches". Son menos conocidas que las célebres gachas saladas manchegas.
Se tiene constancia escrita de su presencia en la cocina andalusí desde el siglo XIII. Es costumbre elaborarlas en familia.
La receta que os presento procede la localidad Castro del Río, situado en la campiña cordobesa. Su barrio de La Villa mantiene el encanto de los pueblos de Andalucía, con sus casas encaladas, sus rejas artesanales pintadas de negro, sus patios y calles con plantas y flores que son una alegría cuando llega la primavera; calles estrechas, serpenteantes, empedradas y muy limpias. Y todo ello lo conservan así, ajenos al reclamo turístico.
Las Gachas, como he mencionado al inicio, era un elemento más asociado a Todos los Santos en las casas de los castreños. Se solían hacían hacer en grandes cantidades, para así poder intercambiarlas entre familiares y vecinos.
Los únicos tropezones que se añadían tradicionalmente eran los cuscurrones de pan frito, también llamados tostones en otras zonas. Más tarde se le han ido añadiendo almendras fritas y nueces.
Es un dulce sencillo de realizar (siempre que se tengan en cuenta todos los detalles que más abajo cito), a la vez que económico
Cocina foto a foto
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