El postre típico de Extremadura que pocos conocen en el resto de España
Con clara influencia de la gastronomía árabe y judía, se hace con yema, almendra y una cobertura de hojaldre. Se llama Técula Mécula y su origen es bastante incierto.
La cocina de Extremadura es sobria, sabrosa y variada, porque dispone de magníficas materias primas y porque sabe aprovechar muy bien los recursos y sobre todo es auténtica, natural y transparente, porque nunca intenta esconder nada. Como en tantas otras regiones de España, cristianos, musulmanes y judíos convivieron y dejaron su impronta.
Las recetas extremeñas casi siempre son sencillas. En los que se refiere a los postres vienen de una rica tradición. Perrunillas, mazapanes, bollas de chicharrones, roscas fritas, floretas, pestiños, hornazos, perrillos, sapillos o repápalos con leche, hasta las roscas de muégado... la lista, extensa, podría continuar.
Pero la Técula Mécula, aún siendo un postre típico extremeño, es poco conocido fuera de esta región. Dulce de nombre bien peculiar, se hace con almendras, yema de huevo, azúcar y una base de hojaldre. Lo dicho, queda clara la influencia de la gastronomía árabe y judía.
Cuenta la leyenda que una pastelera de Olivenza (esa localidad de Badajoz, hoy española pero que también fue portuguesa por un tiempo) encontró la receta de este dulce en un baúl. ¿O era un recetario portugués que se encontró en la maleta de un hombre que pernoctó y la dejó como parte de pago por su estancia?
Esa receta, guardada en secreto durante décadas, fue registrada en la década de 1930 por la pastelería Casa Fuentes de Olivenza (como indica la foto al inicio). Ese podría ser el origen de este dulce, aunque la realidad es que no se sabe realmente, cuentan en la web Mevoyacaceres.
En muchos bares de España hay una auténtica lucha por hacerse un sitio en su barra, pero esto es algo que va a desaparecer, al menos a corto plazo, porque los locales van a tener que controlar sus aforos.
Sabemos, eso sí, que Técula Mécula era una expresión en latín que se usaba en la Edad Media para referirse a algo que no tenía importancia o que era insignificante. Hoy este postre ha salido de Olivenza y ya se elabora en toda Extremadura.
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