Potaje de castañas = Huelva

 Consolidado como un plato tradicional de la región de Andalucía, se degusta caliente y tiene una textura cremosa y un sabor único

El potaje de castañas es una de esas recetas deliciosas que se preparan con facilidad y que permiten sorprender a cualquier comensal. A pesar de que su propio nombre puede llevar a equivocación, lo cierto es que es un plato dulce. Tradicional de Huelva, se elabora con castañas pilongas y se degusta en caliente, lo que le da un toque aún más especial a un postre que se deshace en la boca. Además, es una forma de lo más original de consumir un fruto de temporada, junto con otros ingredientes que aportan un sabor Lo cierto es que es un plato ancestral, que ya consumían los antepasados. Aunque hay a quienes le recuerda al arroz con leche, se diferencia de este en que se hace con agua y con alimentos que resultan especialmente saciantes, como el arroz y la castaña, que hacen de este una receta rica que se adapta a casi cualquier bolsillo. Sin embargo, en la actualidad no es tan habitual verlo en la carta de restaurante o bares, a pesar de que se sigue disfrutando en muchos hogares, en los que ha pasado de generación en generación.

Además de que el potaje de castañas destaca por su sencilla elaboración, este producto típico del otoño resulta beneficioso para la salud, al reunir una gran cantidad de vitaminas y minerales. A ello se une que esta receta es una versión más suave y azucarada de los potajes tradicionales, ideal para quienes buscan una opción reconfortante y algo dulce para los días fríos. Con una textura cremosa y un sabor único, suele prepararse como postre o como merienda.

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