Ya que hemos hecho especial hincapié en la calidad de los productos de la tierra, vamos a dar paso a otro de los platos estrella del recetario popular.
¡Muy apto para vegetarianos y personas que quieran un plato equilibrado y sabroso!
El zarangollo es un simple pero riquísimo revuelto elaborado con rodajas de calabacín, cebolla y huevo. La piel se utiliza para darle una textura crujiente al plato y no perder las propiedades nutritivas. En algunos bares o restaurantes se le añade berenjena o patata. Puede servirse como plato principal, de acompañamiento o como aperitivo en pan.
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