La tarta de Mondoñedo es, sin duda, una joya culinaria de la provincia de Lugo que ha conquistado los corazones de los amantes del dulce. Es considerada una de las recetas más emblemáticas de Galicia, compitiendo en renombre con otras delicias gallegas igualmente célebres.
Originaria de la encantadora localidad de Mondoñedo, en el norte de la provincia de Lugo, esta tarta ha trascendido fronteras gracias a su exquisito sabor y su rica tradición. Este postre se ha ganado su lugar en la mesa de las celebraciones y eventos especiales, y cada bocado cuenta la historia de generaciones de artesanos culinarios.
La famosa tarta de Mondoñedo se ha vuelto especialmente relevante gracias a las palabras del ilustre escritor gallego Álvaro Cunqueiro, quien la inmortalizó en su obra maestra Cocina Gallega.
Sus líneas llenas de elogios han elevado aún más la reputación de esta delicia, atrayendo a viajeros y foodies por igual para probar su delicioso encanto.
A pesar de sus múltiples capas, esta tarta es sorprendentemente fácil de cocinar. Su preparación, aunque meticulosa, permite que incluso los aficionados a la repostería se aventuren a crear esta obra maestra en sus propias cocinas.
La historia de la tarta de Mondoñedo se remonta a tiempos ancestrales, y su legado perdura hasta nuestros días como un tesoro culinario gallego. Sin embargo, fue en la década de los cincuenta cuando esta delicia alcanzó la fama gracias al ingenio del maestro repostero, D. Carlos Folgueira,cariñosamente conocido como O Rei das Tartas.
Fue él quien diseñó y creó la versión moderna de la tarta de Mondoñedo, con sabores tan exquisitos que rápidamente capturaron los corazones y los paladares de aquellos que la probaron.
Pero la tarta de Mondoñedo no es solo un fenómeno gastronómico reciente. Su rica historia se puede rastrear hasta al menos ochocientos años atrás. Según las leyendas locales, uno de los detalles tallados en el dintel del Pazo de Xelmírez, un impresionante edificio del siglo XII en Santiago de Compostela, representa nada menos que una tarta de Mondoñedo.
En esta antigua representación, la tarta se encuentra junto al queso, el pan y una jarra de vino, elementos esenciales de la abundante hospitalidad gallega que se ofrecían a los invitados. La forma redonda característica de la tarta y las frutas confitadas que la adornan no son meras coincidencias.
Algunos afirman que estos elementos evocan la majestuosidad del rosetón de la catedral, un símbolo emblemático de la arquitectura gótica que se encuentra en muchas iglesias, incluida la catedral de Santiago de Compostela. Esta conexión simbólica entre la tarta y la arquitectura sagrada ha agregado un aire de misticismo y tradición a esta delicia culinaria.
El Progreso